El templo Jogyesa (조계사) o más conocido como Jogyesa temple es la sede diocesana y la sede general de la Secta Jogye del budismo coreano. El Templo Jogyesa es un oasis de paz en medio de Jongno-gu, en el corazón de la ciudad de Seúl. Es accesible para todos, sin importar si practicas el budismo o no. Este lugar no es solo un espacio para la espiritualidad, sino que como hemos dicho antes es también el centro neurálgico de la secta Jogye, pieza clave del budismo coreano.
¿Dónde estaba antes Jogyesa temple y porqué se llamaba Taegosa temple?
Antes conocido como Templo Taegosa en Jeongeup-si, tras la liberación de Corea del dominio japonés, se trasladó a Jongno-gu y adoptó el nombre de Jogyesa. Este nombre viene de Hye-neung, quien se alojó en el Templo Jogye-san. Cuando pises Jogyesa, te toparás con el Salón Daewoongjeon, inspirado en antiguos edificios de Jeongeup.
Liberado de las huellas imperiales japonesas, el revitalizado Jogyesa tiene una pagoda de piedra de diez niveles que guarda el santuario de Buda y unos robustos pinos y árboles. Al cruzar las puertas del templo, prepárate para un encuentro con la famosa estatua de Buda, un muy cuidado y querido tesoro cultural de Seúl que te recibe con serenidad y benevolencia.
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¿Cómo es por dentro el Templo Jogyesa de Seúl?
El Templo Jogyesa, aunque no es muy grande, tiene una energía que te impacta desde que pasas por la entrada. Al llegar, te topas con una estatua impresionante que te anuncia que has llegado al corazón del budismo coreano. Mientras avanzas, rodeado de tranquilidad, el sonido de tus pasos si hay poca gente se mezcla con el crujir de la madera, y justo te encuentras frente a un salón tan imponente como el famoso Palacio Gyeongbokgung. Este salón principal, con su disposición de 7 habitaciones al frente y después unas 4 a los lados, presenta un diseño de techo octogonal que simplemente te deja sin palabras. Lo que más te llama la atención son los detallados trabajos en madera, desde pilares hasta marcos de puertas con diseños de flores que, sin duda, suben el nivel de arte y elegancia del lugar.
Al lado izquierdo de Jogyesa temple, te vas a encontrar con un par de sitios bastante interesantes: un pabellón de campanas y el Centro de Educación Cultural. Este último es bastante versátil, ya que cuenta con un espacio educativo y otro dedicado a la enseñanza. Aquí se celebran bodas y seminarios, incluso festivales de música, el centro te da la ocasión de introducirte de lleno en la cultura budista coreana.
Nota: En el patio hay una sala de lactancia (7), por si te pasa como a mi y viajas con tu bebé, está al lado del centro educativo y cultural (8). Te dejo un mapa con todas las zonas:
- Puerta de entrada (Orden del Sol)
- Daewoongjeon
- Salón del Paraíso (1F), Código de la Gran Nieve/Código de la Novela (2F)
- Santuario Santuario (1ª planta), Campanario (2ª planta)
- Centro Juvenil
- Sala de socorro
- Granero de flores (debajo del patio), sala de lactancia (patio)
- Centro Educativo y Cultural (1~4F), Oficina de la Asociación Sintoísta (1F)
- Salón del Centenario: Salón de los Niños (B1F), Seungso (1F), Salón Kannon (2F), Estancia en el Templo (3~4F)
- Pagoda del santuario de Buda (10 pisos)
- Árbol de la pagoda
- Gappi
- Peregrinación Gaffi
- Guardería Sonje
- Ángulo de bobinado
- Centro de Relaciones Públicas de Templestay/Oficina de Consejería de Nueva Administración
- Recepción de oración
- Centro de Información del Templo
- Buda Tianjin
- Pino Blanco
- Monumentos históricos
- aparcamiento
- Oficina General de Correos
- inodoro
- Salón Conmemorativo de la Historia y la Cultura Budista Coreana: Museo Central del Budismo (B1F), Salón de Espectáculos de Cultura y Artes Tradicionales (B2F)
- Sala de Conferencias Internacional
- Presidencia y Comité Asesor
¿Qué saber sobre el Templo Jogyesa de Seúl? Festival de los faroles
Cada año, en honor al nacimiento de Buda, quien enseñó caminos de sabiduría según dicen para hacer de este mundo un lugar mejor, se prepara un banquete con mucho copete. Este día especial se celebra encendiendo linternas cargadas de esperanza. En particular, el Festival de los Faroles, que tiene lugar alrededor del Templo Jogyesa, se convierte en un desfile de colores que detiene el tráfico y captura la atención de todos los viadantes (residentes y extranjeros). Gente de fe y artistas llenan las calles de música y alegría, creando un ambiente que realmente anima.
Lo especial de este festival es que todo el mundo es bienvenido, ya seas budista o no, convirtiéndolo en una celebración que une a todo el país. Gente de todas las religiones y rincones de la vida, jóvenes, mayores, personas con discapacidades y comunidades marginadas, se unen con el mismo deseo: la felicidad para todos. Y para darle un toque aún más moderno y cercano a todos, las linternas tienen tanto diseños clásicos como la flor de loto, como hasta versiones más actuales como las linternas Ryan, pequeños autobuses Tayo, linternas de lava y linternas Feng Shui.
Horarios del Templo Jogyesa de Seúl
- Dirección Jogyesa Temple: 55, Ujeongguk-ro, Jongno-gu, Seúl, Corea del Sur
- Horario de apertura: El horario varía según el horario del templo, como las reuniones de Dharma y las ofrendas de oración.
- Teléfono: +82-2-768-8600
Como llegar al templo Jogyesa de Seúl
Hay varias formas de llegar a Jogyesa temple, andando, en autobús, en metro o en coche, te voy a explicar cada una de ellas paso a paso.
Llegar a Jogyesa temple en Metro
Línea 1 Desde la estación de Jongzak: Al salir por la salida 2, camina unos 70 metros hasta encontrar un paso de peatones. Cruza y avanza unos 100 metros más; entonces verás a tu izquierda la entrada que te lleva directo al templo Jogyesa.
Línea 3 Desde la estación de Anuk: Usa la salida 6 y camina unos 50 metros hasta llegar al paso de peatones frente a la galería Dongdeok. Gira a la izquierda y avanza otros 50 metros. Ahí, a tu derecha, encontrarás otra vía de acceso al templo Jogyesa.
Línea 5 Desde la estación de Gwanghwamun: Toma la salida 2 y camina aproximadamente 300 metros por la carretera de la derecha. Al llegar al callejón Burger King, verás señalizada la ruta de acceso al templo Jogyesa.
Con estas indicaciones, ya sea que vengas del norte, sur, este o oeste, encontrar el templo Jogyesa será pan comido.
Llegar al templo Jogyesa en autobús
Si estás planeando visitar lugares específicos y la mejor opción para ti es el autobús, aquí te dejo un resumen de las rutas disponibles. Dependiendo de tu punto de partida y destino, puedes elegir entre diferentes líneas de autobús que te llevarán al templo, te pongo los números de autobús que deberás visualizar tanto en la parada como en la pantalla de fuera del autobús para verificar que es el correcto.
- Para la opción 1, tienes una variedad de autobuses normales que pueden serte útiles, los números del autobús son: B109, B151, B162, B172, B606, G1020, G8000 (este último es un autobús personalizado, más directo o especial).
- En la opción 2, más rutas se suman a la lista: 직1005-1, 직1500, 직5500-1, 직5500-2
B151, B162, B172, B401, B406, B704, B708, G7022, y también el G8000 (otra vez, un autobús personalizado con características especiales).
- La opción 3 es más específica y sencilla, con solo una línea disponible pero muy directa: 직9000.
- Para las opciones 4 y 5, las líneas 종로01,종로02 la mejor manera de llegar al templo Jogyesa, especialmente útil si te encuentras en la zona de Jongno.
- Finalmente, la opción 6 con combinación de líneas que pueden ser especialmente útiles : B162, B606, G1020 y G8000.
Recuerda verificar los horarios y posibles paradas de estas líneas para asegurarte de que se ajusten a tu itinerario y así poder disfrutar sin contratiempos de tu día.
Historia del templo Jogyesa
La historia de Jogyesa Temple realmente tiene muchas capas y giros interesantes. Empezó en el cuarto año del reinado de Yi Seong-gye durante la dinastía Joseon allá por el 1395, aunque oficialmente se fundó bastante más tarde, en 1910. Aunque el lugar que ahora conocemos como Jogyesa es relativamente joven en el gran esquema de la historia coreana, la trama detrás de él es superintrincada.
Durante el Imperio Coreano, antes de que el budismo japonés entrara en escena, el budismo coreano no tenía una figura central que lo liderara, así que algunos budistas, como Han Yong-un, se movilizaron para formar una nueva secta y fortificar el budismo coreano. Pusieron sus esperanzas en construir un templo en las cuatro puertas de Hanyang (actual Seúl), algo impensable en la época de Joseon debido a las políticas de esa era que ponían al confucianismo en un pedestal y dejaban al budismo en una posición muy baja. El sueño de montar un templo dentro de las puertas era crucial, marcando un cambio gigante en la percepción y estatus del budismo.
Para hacer esto realidad, reunieron recursos y compraron el Palacio Dongning, demoliéndolo para construir lo que inicialmente llamaron Templo Gakhuang. Este paso fue monumental, mostrando no solo un renacimiento del budismo coreano sino también agradeciendo a la familia imperial por levantar ciertas restricciones sobre el budismo y permitir este nuevo comienzo.
Pero no todo fue tan simple. Buscando reconocimiento oficial y no obteniéndolo de manera directa, se hicieron intentos por alinearse con el budismo japonés a través de acuerdos, llevando a un período complicado donde las intenciones originales del budismo coreano independiente se vieron cuestionadas.
La respuesta no se hizo esperar. Monjes destacados y la comunidad budista se movilizaron en contra de la influencia japonesa sobre el budismo coreano, estableciendo una nueva organización, Imjejong, para defender la autonomía del budismo en Corea.
Sin embargo, con la imposición de control directo por parte del gobierno general japonés sobre el budismo coreano, las aspiraciones de tener una secta budista coreana independiente se diluyeron, y tanto «Wonjong» como «Imjejong» quedaron en el olvido, marcando un capítulo amargo pero fundamental en la historia del budismo coreano y del Templo Jogyesa.
Después de que Corea se librara del dominio japonés, Han Yong-un y otros monjes intentaron darle una nueva cara al budismo coreano. Quisieron cambiarle el nombre a su lugar de reunión e iniciar «Iglesia Budista de Joseon» y otras agrupaciones, para tener algo propio que realmente representara al budismo coreano. Aunque se toparon con algunos obstáculos puestos por las autoridades de la época, no bajaron los brazos.
En este contexto, donde el budismo japonés tenía mucha presencia, algunos monjes vieron la situación con otros ojos e intentaron adaptarse. Pero no todos pensaban igual. Monjes como Han Yong-un no se dieron por vencidos y siguieron luchando por mantener vivo el espíritu original del budismo coreano, incluso a través de movimientos de resistencia significativos como el Movimiento 1 de Marzo.
A medida que avanzaba el siglo XX, se hicieron esfuerzos para consolidar el budismo coreano, incluida la construcción de un nuevo templo que buscaba simbolizar la independencia y la unidad del budismo en Corea. Este templo, eventualmente, se convertiría en lo que hoy conocemos como el Templo Jogyesa.
A pesar de las controversias y los conflictos internos, los esfuerzos por preservar y fortalecer el budismo coreano llevaron a la unificación bajo la Secta Jogye. Esta unificación marcó un hito importante, pero no sin sus desafíos, ya que hubo momentos en que se desviaron de las prácticas tradicionales.
La historia de Jogyesa temple, y por extensión del budismo coreano moderno, es compleja y llena de altibajos. Involucra un constante tira y afloja entre la influencia externa y la lucha por mantener una identidad cultural clara. Aunque ha habido momentos difíciles, el Templo Jogyesa hoy es un símbolo de la perseverancia y la riqueza espiritual de Corea.
- Fuentes de información: Además de nuestros viajes a Corea, para la parte de Historia hemos necesitado la ayuda de varios amigos coreanos, 7 libros y la Wikipedia
